La hermandad sale en procesión el Viernes Santo cerrando el cortejo del Santo Entierro, desde el templo de San Prudencio.
Participan en la salida procesional las dos imágenes titulares, el Cristo Yacente y la Virgen de la Soledad. El desfile es de riguroso luto, impresiona su transcurrir por las calles, por el gran respeto de la ciudad al Cristo Yacente en su sepulcro y la solemnidad que impone el Santo Entierro del Señor, que se ve suavizado con el paso de la Virgen de la Soledad, imagen de gran sobriedad pero al mismo tiempo de gran belleza y ternura.
Abre su paso esta cofradía con una carraca y dos tambores anunciando así el entierro del señor. A continuación los tramos de penitentes (capiruchos) con sus cirios de cera negra, organizados en dos cortejos, el del Cristo y el de la Virgen; cada cortejo va dividido en dos tramos abriendo cada uno de ellos una de las diez insignias de la hermandad.
– en el Cristo:
Cruz de guía, guión del Espíritu Santo, bandera del Santo Sepulcro, estandarte del Cristo Yacente y libro de reglas de la hermandad.
– en el cortejo de la Virgen:
Cruz alzada, guión de la Soledad, bandera de Santiago, estandarte de la Virgen y escudo corporativo.
Después de cada uno de los cortejos van las presidencias de cada paso, los acólitos de incienso y detrás del último paso, el sacerdote oficiante, acompañado de dos acólitos. Inmediatamente detrás de cada uno de los pasos, fieles de la ciudad alumbran con velas a las imágenes.
